Siempre soñé con que un día mi príncipe azul vendría en su corcel blanco a pedirme que nunca me aleje de el, me diría que me amaría para siempre y que nunca me dejaría caer. Siempre soñé con casarme en un castillo enorme, con mi vestido blanco y un velo interminable con mucha gente al rededor, alegría y mucho mucho amor flotando en el aire.
Pero cuando vas creciendo, te das cuenta que eso solo pasa en los cuentos, o en los sueños.
Pero yo se que mi príncipe azul existe, solo que todavía no lo encuentro.
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